lunes, 24 de enero de 2011

-¿Te puedo pedir una cosa?

-Sí.

-No te acostumbres a mí.

-¿Cómo?

-Que no acostumbres a mí. Ni a mi risa, ni a mi hiperactividad, ni a mi sonrisa en esos momentos, ni a mis besos, ni a mi olor. No te acostumbres a cómo te miro o te dejo de mirar. No te acostumbres a mi caracuando te reís de mí. No te acostumbres a mi rabia, ni a reírte de las cosas que digo. No te acostumbres...en serio.

-¿Y éso a qué viene?

-A nada... simplemente algún día me voy a cansar, me voy a ir y vos vas a echar de menos esas cosas de las que un día te acostumbraste

No hay comentarios:

Publicar un comentario